Los seres humanos somos como las huellas dactilares, únicos y particulares, no hay un ser idéntico a otro; por mas que hayan nacido de la misma madre, el mismo día, a la misma hora y sean mellizos. Somos maravillosamente diferentes, y esa diversidad nos hace ser en conjunto perfectos, porque al relacionarnos compensamos fortalezas y debilidades, que si las trabajamos correctamente obtendremos beneficios propios y colectivos.
Esas diferencias que nos hacen únicos, nos obligan a observar con atención al momento de decidir que y como queremos vivir, porque de verdad no vale la pena estarnos comparando continuamente queriendo buscar replicar la vida que otro esté viviendo; sólo porque a simple vista esta nos parece bien y pensamos que es la que nos gustaría tener porque nos va a ser feliz. Es mucho más profundo que eso, hay que descubrir en nosotros que nos llena y apasiona; que vaya acorde con esos valores, hábitos y paradigmas que influyen en nuestras emociones y acciones; y nos hace sentir bien, satisfechos y orgullosos de quien realmente somos.
Como pensamos, influye en gran medida en el comportamiento de nuestras emociones, y ellas influyen y determinan las acciones que acometemos y los resultados que obtenemos, por lo tanto no esta demás que nos acostumbremos a revisarnos, con cierta regularidad, como estamos y nos sentimos con eso.
La vida es como un vestido, que si no esta echo a la medida de quien lo va a usar jamas se vera bien, no solo porque le quede grande o pequeño, sino porque al usarlo nunca se sentirá cómodo con él, a pesar de que muchos le repitan que se ve fabuloso; y por lo tanto jamas transmitirá lo feliz y orgulloso que se siente al llevarlo.
Aprovechemos este 2018, para confeccionar, a nuestra justa medida, la vida que deseamos vivir. Para a ello, a lo largo de estos 12 meses estaremos abordando temas que te guiaran a como lograrlo.
La vida es bella, y mas si la logras diseñar y vivir a tu justa medida.